Los 4+3 acuerdos
En el competitivo y dinámico mundo profesional, alcanzar la excelencia no solo requiere habilidades técnicas y conocimiento del sector, sino también un compromiso profundo y constante con uno mismo. Este compromiso implica adoptar principios y normas que guíen nuestro comportamiento, mejoren nuestro flujo de trabajo y nos acerquen a un nivel superior de profesionalismo, lo que llamamos procesismo profesional.
Este manual te invita a embarcarte en un viaje de auto-mejora y eficacia, fundamentado en los valores de la cultura tolteca de México, reinterpretados por el Dr. Miguel Ruiz en su influyente libro «Los cuatro acuerdos».
Estos cuatro acuerdos son una base perfecta para enfocar el mundo de los negocios o el mundo de la empresa. Igualmente los puedes aplicar en tu vida o en la gestión de proyectos. Complemento la sección con 3 acuerdos extra que propongo de mi parte y que suman enfocándonos más en la técnica de procesista que quiero que aprendas más adelante.
Aquí tienes los siete acuerdos (4+3) que debes adoptar para convertirte en procesista:
Estos cuatro acuerdos son una base perfecta para enfocar el mundo de los negocios o el mundo de la
empresa. Igualmente los puedes aplicar en tu vida o en la gestión de proyectos.
Complemento la sección con 3 acuerdos extra que propongo de mi parte y que suman enfocándonos
más en la técnica de procesista que quiero que aprendas más adelante.
Estos cuatro acuerdos son una base perfecta para enfocar el mundo de los negocios o el mundo de la
empresa. Igualmente los puedes aplicar en tu vida o en la gestión de proyectos.
Complemento la sección con 3 acuerdos extra que propongo de mi parte y que suman enfocándonos
más en la técnica de procesista que quiero que aprendas más adelante.
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Pon poder en tus palabras
Sé muy consciente de todo lo que dices o escribes. Las palabras son como hechizos que pueden tener poder sobre otros. Las palabras pueden originar cosas. Pueden desencadenar acontecimientos. Las palabras te definen como profesional. Por eso sé impecable con tus palabras.
Entiende esto.
Cuando alguien trabaja en un proyecto y tiene cierta responsabilidad, por ejemplo, si dirige un equipo, su palabra tiene poder ya que al ser dicha pone a trabajar a personas, por ejemplo, cuando le da una orden a alguien.
Cuanta más responsabilidad tiene nuestro puesto, más poder tiene nuestra palabra.
Controlando lo que decimos y lo que escribimos, podemos controlar el proyecto. Al menos nuestro ámbito de actuación dentro del proyecto.
Nuestra palabra tiene poder. Debemos ser conscientes de qué poder tenemos.
El poder de tu palabra se puede comprobar en tu poder de convocatoria o en la confianza que generas en los demás.
¿Cumples con tus promesas?
Eso te dará poder. Esta idea te cambia la forma de ver la vida. -
No supongas nada
No supongas nada. Absolutamente nada.
Esto es muy importante y aunque parezca simple no lo es. Suponemos demasiado en nuestro día a día.
Muchas veces tomamos decisiones en base a algo que “siempre suele ocurrir” o algo que debería ser de tal manera porque en caso contrario X persona debiera haber levantado la mano y haberte avisado.
Esto es un grave error.
Cuando construimos nuestros razonamientos en base a suposiciones de ese estilo pronto acabamos cometiendo errores y generando imprecisiones.
Debemos de trabajar con la verdad.
Elimina de tu mesa de trabajo todo aquello que no esté confirmado 100% por ti o por alguien de tu confianza.
Pregunta hasta 3 veces cada cosa si es necesario de manera que sea transparente y claro para ti.
Debes poder poner la mano en el fuego por tus afirmaciones.
Si no has recibido confirmación de algún tema, no puedes darlo por sentado ni trabajar con especulaciones.
Las informaciones no confirmadas deben de suponer un bloqueo en tu flujo de trabajo de manera que obligues a la otra parte a darse prisa en emitir la confirmación o la corrección. -
No te tomes nada personal
No te tomes nada personal en el trabajo.
Nada va sobre ti. Nadie te odia y nadie te la tiene guardada.
Cada vez que algo te esté molestando de alguien piensa en que es más frecuente que su actitud sea por estupidez a que sea por maldad.
Cuando tenemos claro que no somos el centro de atención nos liberamos de mucha presión.
Todo el mundo al final del día tiene su vida personal, igual que tú, que es infinitamente más importante que cualquier proyecto en el que estés colaborando.
Todas esas personas que se han levantado de la cama con el único objetivo de hacerte la vida imposible y entorpecer tu camino hacia el éxito también tienen su vida. Algunos tienen hijos incluso.
Tienen mascotas que cuidar y compras que hacer en la tienda. Como tú.
Todos tenemos esos momentos en que pensamos que todo va en contra nuestra.
No te preocupes. Es algo normal. Todos tenemos un ego hablándonos constantemente.
Recuerda en esos momentos que nada de esto es personal. Un proyecto es un sinfín de problemas que todos tienen y quieren quitarse de encima. En ese proceso es normal que quieran pagarlo contigo a veces incluso gritando o recriminando. Hasta te faltarán al respeto, repetidas veces.
No podemos tomar lo que pasa en el trabajo como disputas personales. Ahórrate ese desgaste inútil. -
Sé analítico
Analiza siempre la información que recibes.
Más vale parar un momento y analizar una situación que actuar directamente sin pensar.
Hay veces que esto no es posible, hay veces que efectivamente no tenemos tiempo de pensar y por ello también debes aprender técnicas para tomar decisiones rápidas.
En muchas empresas de muchos sectores existe un tipo de puesto de trabajo que se designa como “analista”.
Por ejemplo, analista de datos, analista de mercado o analista de procesos.
El analista es capaz de reducir un problema complejo y resumirlo en variables sencillas capaces de entender por cualquier persona que no sabe de la técnica del problema.
Todos los procesistas son también analistas.
Debes tener tus propios sistemas de análisis.
Formas de comparar informaciones recibidas y buscar siempre la mejor solución. -
Utiliza un método
Existen multitud de métodos ya comprobados en la industria que funcionan para conseguir alcanzar grandes niveles de productividad y eficiencia.
Estos métodos, que abarcan desde la gestión del tiempo hasta la toma de decisiones, son herramientas valiosas que pueden ayudarte a alcanzar altos de rendimiento.
Estos métodos te pueden funcionar o no. Debes tomar de cada técnica lo que a ti te funciona y aplicarlo con disciplina.
El procesismo se basa sobre todo en la metodología Lean y Kaizen que se utiliza hoy en día.
Todo este manual es en esencia un método de trabajo que si aplicas con disciplina te ayudará en muchos aspectos. O tal vez no. Pero en ese caso seguro algo puedes sacar y aplicarlo de manera que a ti te funcione.
Todo depende de tu disciplina para seguir el método y a su vez el plan que te has marcado. -
Fórmate de manera continua
La industria está en constante movimiento y eso te exige hacer lo mismo.
Si te detienes estás fuera.
Esto se acentúa hoy en día. Cada vez más rápido debes de actualizar y poner al día tus competencias.
Por eso, aprovecha siempre las oportunidades de formación que aparezcan en tu camino.
Cultiva la técnica, aprendiendo habilidades específicas dentro de tu sector y combínalo con soft skills que debes de practicar a menudo para llegar a dominar.
La combinación de diferentes disciplinas hará que te conviertas en un profesional cada vez más sofisticado que se convierte en alguien muy solicitado para determinadas casuísticas.
Si solo una persona sabe ruso en una sala, esa persona, en determinadas situaciones, tendrá ventaja.
Esto aplica para cualquier habilidad, ya sea montar una lámpara o realizar cálculos matemáticos. -
Da siempre el máximo
Este es el último acuerdo del Dr. Miguel Ruiz y resume sus acuerdos anteriores haciendo énfasis en esa mentalidad que debes de tener para enfrentarte a grandes retos.
Dar el máximo siempre quiere decir que te vas a levantar de cada golpe y vas a volver a darlo todo siendo consciente de que a veces nuestros esfuerzos pueden ser limitados debido a circunstancias fuera de nuestro control. En tales casos, hacer lo máximo que podamos significa simplemente aceptar las limitaciones y hacer lo mejor con lo que tenemos.
Adoptar estos siete acuerdos te ayudará a mejorar tu desempeño profesional y a gestionar proyectos de manera más efectiva, acercándote al procesismo profesional.